Etiquetas

TRANSLATE

martes, 12 de marzo de 2013

¿Quién se ha llevado mi tiempo? II

Segunda entrega de "¿Quién se ha llevado mi tiempo?" (pincha aquí para ver la primera parte)

¡¡Me lanzo!!

¡¡¡Voy!!!

No hay razón para ser tan desconfiado. Las cosas cambian, mejoran, las gestiones se agilizan. Joder, estamos en el siglo XXI, ¿no?
¡Allá que voy!

Cinco minutos más tarde vuelvo a la cola... con cara de tonto y una gran desilusión. La máquina no expende tickets de turno, sólo sirve para confirmar tu cita y para solicitar más citas. Hay que ser gilipollas para pensar que podría librarme de la cola tan fácilmente.
Además, a la desilusión pronto le acompaña la frustración al descubrir que la cola sí que ha aprovechado este tiempo (no como yo) y ha crecido. Sí, ha crecido, ya no son seis, ahora son ocho las personas que están delante de mi.

Tras una aburrida y frustrante espera consigo por fin mi ticket de turno y me siento a esperar la llamada del médico.
Pasa uno, y otro, y otro, y otro, y otro más y por fin es mi turno.

Me levanto como un resorte en cuanto se abre la puerta, me doy la vuelta para coger mi casco y cuando me vuelvo de nuevo veo a un tío que ya está entrando. No, entrando no, que ya ha entrado. Este no estaba en la cola, no ha esperado, no tiene ticket, y además entra en la consulta como quien entra en su casa.

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGGG!!!

Reprimo el ataque de furia, vuelvo a sentarme y empiezo a repetir internamente mi mantra contra el estrés.
aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm, aaauuummm...

Finalmente me reciba el médico y me despacha en menos de diez minutos.

Camino de vuelta a la oficina, totalmente vencido, reflexiono sobre lo ocurrido.

En total, desde que he entrado por la puerta hasta que que he sido atendido han pasado más de cuarenta minutos de espera, desilusión, aburrimiento, frustración, cabreo... y mantra. Por descontado sin explicación alguna, ni excusas, ni por supuesto disculpas. 

Alguien o algo se ha llevado mi tiempo. El médico, que acepta demasiados pacientes, o el administrativo que gestiona mal su agenda. La compañía, que exige a sus profesionales más consultas de las que pueden atender, el sistema que está mal diseñado o, incluso mi jefe, que me mete en esas reuniones tan absurdas y tan inútiles.

No sé quién se ha llevado mi tiempo y probablemente nunca lo sabré pero el caso es que hoy me han "robado" cuarenta minutos de mi tiempo.
Cuarenta minutos para hacer lo que me salga de los cascabeles (o, en algunos casos, para lo que me dejen hacer).

Y me pregunto, ¿Por qué mi situación se repite en esta profesión una y otra vez? ¿Cómo hemos llegado a esta situación tan privilegiada de los profesionales de la medicina que nos hacen esperar tanto y tan recurrentemente?

Por supuesto estamos generalizando mucho, hay profesionales de la medicina rigurosos con este asunto, si bien son minoría. Y no hablamos del servicio público, sujeto a consideraciones de distinta índole. Esta situación me ocurrió en el hospital de un conocido seguro médico privado y la he sufrido en varias ocasiones. Seguro que tú también lo has sufrido más de una vez.

Lo peor de todo es que damos por hecho que en la consulta del médico hay que esperar y punto. Es así, lo aceptamos y no hacemos nada salvo esperar una y otra vez y dejar que nos quiten nuestro tiempo. Descartamos la opción de reclamar porque perderíamos aún más tiempo y porque dudamos que sirva para algo.

Recuerdo una ocasión en la que acompañé a mi mujer, embarazada, a la consulta de reputado ginecólogo privado. La consulta llena hasta los topes y más de dos horas de espera.

- Esto es inaceptable - le dije a mi mujer - ¿Por qué no cambias de ginecólogo?
- Es que es muy buena... - respondió ella terminando con la discusión.

Sigo reflexionando y llego a una conclusión. Estoy harto de que me roben mi tiempo y me decido a hacer algo.

¡¡¡Sí, voy a hacer algo!!!

Voy a cambiar de seguro y en adelante cada vez que pida consulta preguntaré...

¿Cuánto tiempo me quitará en esta ocasión, doctor?

Petato. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario